Cambios propuestos para evaluar las habilidades en inglés preocupan a aquellos que han aprobado el examen actual
By Olivia Winslow
Translated by Elisa Rojas Ross
Las esperanzas y sueños de Andrés Espinosa estaban en juego cuando se sentó frente a un examinador el año pasado para tomar el examen de ciudadanía estadounidense.
“Fue un proceso muy estresante,” dijo Espinosa, de 47 anos, casado con dos hijos, que vive en East Hampton y es director de finanzas para OLA of Eastern Long Island, una agencia sin fines de lucro enfocada en la comunidad latina. “Te pasan muchas cosas por la cabeza. Porque tienes una vida aquí. Tu familia. Hay muchas cosas en juego. Si doy una respuesta incorrecta, se pierde todo.”
A algunos inmigrantes quienes han aprobado el examen les preocupa que los cambios propuestos cambiarían la sección hablada para evaluar el dominio del inglés y agregaría preguntas de opción múltiple.
Bajo los cambios propuestos, el solicitante será instruido a describir de manera verbal tres fotografías a colores que muestran “escenas de uso ordinario, como actividades cotidianas, el clima o alimentos”, de acuerdo con el aviso en el Registro Federal, emitido por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés). El examen actual hace preguntas basadas en lo que el solicitante haya respondido en su aplicación, llamada la N-400, para evaluar su destreza en inglés.
Los cambios propuestos también agregarían preguntas de opción múltiple a la parte de conocimiento cívico del examen. El solicitante debe de responder correctamente a 6 de 10 preguntas cívicas para aprobar la sección. Los cambios se someterán a un periodo de ensayo por varios meses este ano y, de ser adoptados, tomarán efecto el año que viene.
Espinosa, para su felicidad y alivio, aprobó en el examen y logró su ciudadanía. Oriundo de Colombia, Espinosa vino a los Estados Unidos hace siete años.
Para él, el examen “es más allá de solo un examen. Es familia. Son sueños. Son metas”, dijo.
A Gianela Liendo Fuentes, de 26 años, quien vino a Long Island de Perú con su familia de cuatro integrantes, a los 4 años, no le causó nerviosismo el tomar el examen de ciudadanía, el que aprobó en mayo. El mismo mes fue otorgada su maestría en trabajo social de la escuela de postgrado de la Universidad de Fordham.
“El mes de mayo fue muy bueno”, contó. Fuentes, quien vive en Bay Shore y se graduó de la secundaria de Brentwood, también goza de una licenciatura en psicología de la Universidad de Stony Brook.
—Andrés Espinosa, Director Financiero de OLA of Eastern Long Island
Inglés como segundo idioma
A Espinosa y Fuentes les preocupa que otros inmigrantes que tengan un nivel inferior de fluidez en inglés no les vaya tan bien, si el examen cambia.
“El problema es si el inglés no es su idioma natal y no lo sabe con exactitud”, dijo Espinosa.
A Fuentes le preocupan los matices. Ella ayudó a solicitantes a prepararse para el examen hace un año cuando hacía una pasantía con CARECEN, una agencia con oficinas en Hempstead y Brentwood que brinda servicios legales y de defensa a inmigrantes. Hoy es trabajadora social de tiempo completo en la agencia.
“La cultura tiene un efecto. La perspectiva tiene un efecto” en como la persona entiende el examen, dice Fuentes. “Por lo tanto hay que ser realista que muchos solicitantes tendrán desventaja…con estas nuevas características del examen.”
Shaorui Li, presidenta de la Asociación Asiática de Greater Stony Brook y miembro del consejo escolar de Three Village, dijo que algunos miembros de la Asociación Asiática están preocupados con la propuesta. “En su mayoría son personas que no tienen fluidez en inglés”, aseguró Li. “Personas como ellos están preocupadas que se les va a dificultar obtener la ciudadanía.
En cuanto a describir la fotografía, Li expresó, “Personas con ascendencias diversas podrían tener comentarios diferentes comparados con la cultura occidental”.
Bina Sabapathy, presidenta de la Asociación India de Long Island, tomó el examen hace tres décadas y para ella fue fácil. El resultado individual depende “de dónde vienen y el nivel educativo que tienen”.
—Gianela Liendo Fuentes, Trabajadora Social de CARECEN
Tasa alta de aprobación del examen
Un funcionario del Centro de Estudios de Inmigración, un grupo de expertos basados en Washington, D.C., que está a favor de imponer límites a la inmigración, opinó que los cambios harían el examen más fácil. Elizabeth Jacobs, directora de asuntos regulatorios y política del centro, dice que el examen goza de 96% de aprobación, según estimados. Ella abogó por un examen más riguroso.
“El cambio de un examen que requiere respuesta escrita a uno de opción múltiple solo estimula la memoria del examinado porque las respuestas ya están ahí,” declaro Jacobs. “Nos gustaría un examen que abarcara más temas, más enfocados en valores cívicos estadounidenses”, porque, según ella, como ciudadanos tendrán el derecho de votar y postularse para puestos políticos.
El Departamento de Servicios de Ciudadanía e Inmigración solicitará 1500 voluntarios entre personas inscritas en programas de educación para adultos para someterse al examen propuesto, cuyo ensayo durará unos cinco meses.
A través de un comunicado escrito, Katherine Tichacek, portavoz regional de la agencia en el área de Nueva York, declaró que: “Basado en comentarios de accionistas, el departamento está ensayando opciones para el examen que podrían resultar en un rediseño. USCIS continuará colaborando con compañeros accionistas, que incluyen organizaciones comunitarias experimentadas en asuntos migratorios, y la agencia analizará los resultados del examen de ensayo y el impacto que tendría en reducir barreras para lograr la ciudadanía, antes de implementar cambios permanentes al examen”.
Sin embargo, Minerva Perez, directora ejecutiva de OLA of Eastern Long Island, advirtió que “hay tantos variables para la ‘opción múltiple’. No creo que haya manera de prepararse para ello”. Y en cuanto al funcionario que administre la versión oral: “¿Cómo evalúan el nivel de comunicación [del solicitante]? ¿Cómo lo califican? ¿Quién lo califica?”
Elise de Castillo, directora ejecutiva de CARECEN, opina que “los cambios que proponen no comprobarán la habilidad que tenga un inmigrante de asimilarse y hacerse parte de la sociedad estadounidense.”
Cambios favorables
Vivian Hart, directora ejecutiva de Pronto, una agencia de servicios humanitarios en Bay Shore, cuyos clientes incluyen muchos latinos, dijo sobre los cambios propuestos: “Lo veo como un intento de ser más favorable”. Pero advirtió: “Falta saber si esto resultará en una mejoría sobre el procedimiento actual”.
David Dyssegaard Kallick, director de Immigration Research Initiative, que recién emitió un reporte titulado “Inmigrantes en la economía de Long Island: Superando obstáculos, pero todavía enfrentando impedimentos”, nos comunicó en un correo electrónico: “Yo sé que los defensores (de inmigrantes) están nerviosos con los cambios”, agregando, “Es un examen que puede cambiar vidas. Por lo tanto, es importante atinarle. A primera instancia los cambios no parecen ser ni más fáciles ni más difíciles, mejor o peor. Me gustaría ver los resultados del ensayo. El diablo está en los detalles.”
Aunque el examen fue fácil para Fuentes, otros detalles de su trayectoria para obtener la ciudadanía no lo fueron. “Tuve que pasar un proceso consular,” que dice requirió regresar a su país natal, Perú, y acudir a la embajada estadounidense, sin garantía que podría regresar a los Estados Unidos si no reunía los requisitos para obtener la residencia permanente, la que recibió en 2018, creando un camino a la ciudadanía.
¿Por qué es tan importante la ciudadanía para Fuentes? “Es una cuestión de supervivencia. La ciudadanía te da más opciones. Cuando viajas al extranjero con un pasaporte azul (de los EEUU) te miran de manera diferente a esos con pasaportes de otros países”. Ahora ella goza de “opciones por tomar ventaja plena de ser ciudadana americana. Lo valoro mucho. Estoy muy agradecida.”
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